sábado, 27 de julio de 2013

Tú me haces humano


Luchamos tanto por aquello que conocemos, por lo cotidiano, subsistimos para seguir moviendo las mismas fichas que pocas veces nos planteamos otras diferentes.
Cerramos el tarro del café, suspiramos, abrimos el grifo, nos colocamos la corbata, o quizá la capucha, todos los días el mismo proceso, el mismo ritual. Recorremos los mismos metros y soñamos, si acaso alguna vez soñamos, con aquello que ya conocemos.
Volvemos, nos desvestimos, nos acostamos y nos apagamos hasta el  día siguiente.
Mañana tras mañana como autómatas. Vivimos en una era de máquinas y quizá por ello nos hemos vuelto nosotros también iguales.
Los pequeños ya no juegan con soldados de plástico, han decidido escoger  la quietud de los videojuegos, nosotros mismo ya no somos los de antes, ¿miramos más a nuestro amor a los ojos que al móvil?
Somos máquinas, autómatas.
-¿Dónde quedó nuestra humanidad?- se preguntan muchos.
No obstante, yo creo aún en nosotros, sé que somos algo más que ojos persiguiendo una pantalla, sé que amamos tanto, que sentimos tras todo aquello que nos ha ido encarcelando poco a poco.
Y lo sé cada vez que te veo, cada vez que vislumbro en ti la mecha de la esperanza.
Nos hemos escondido tras las tecnologías, nos hemos separado, hemos creado barreras, fronteras digitales, nos hemos clasificado dependiendo del material tecnológico al que podíamos llegar a acceder, nos hemos encerrado en él.
Pero yo, cada vez que observo tu mirada, noto como me vuelvo humano.
El amor todo lo puede- dicen.
Tu amor a mi me puede- digo.

Quizá sea eso lo que nos falta, tal vez la culpa no la tengan la pantallas, sino nosotros que, vacíos, hemos recurrido a ellas. Y siempre ha sido así, hemos preferido la batalla a los besos, el dinero a tu pelo, a lo largo de la historia nos hemos centrado en otras cosas porque siempre hemos creído que el amor era un engaño. Pero, yo cada vez que te veo, no lo creo.
Amemos todos más, olvidemos lo que nos separó algún día, las mentiras que nos contaron los medios y la publicidad, dejemos atrás nuestras cicatrices, olvidémoslo todo y amemos más.

Porque yo cada vez que te veo lo tengo  más claro: tú me haces humano.




No hay comentarios:

Publicar un comentario