domingo, 26 de mayo de 2013

Caminos.

He descuidado estos lugares como lo hizo el niño con el último muñeco. He olvidado que existía este espacio, este yo fuera de mí y sin embargo, vuelvo a él, porque todos volvemos a nuestro origen. Y yo regreso a mis palabras, a la letra negriza en el papel arrugado. Vuelco aquí  todos los vocablos para hablaros, para contaros que todos volvemos a nuestro origen  aunque sea la primera vez que lo veamos. Que cuando uno sabe que ha descubierto porqué ha de luchar, ya sea  por el trabajo de su vida, el deporte de sus sueños o el bien común, ha descubierto su origen.
¿Y qué hay más bello que descubrir el origen?
Despertar otro día y encontrar otro , y otro y otro y al final darte cuenta de que tu vida no será un solo camino, que no deberás limitarte estimado/a lector/a a seguir solo la ruta que te han dicho. Que podrás conseguir todo lo que quieras, todo y más si sueñas y buscas más allá de lo prometido. Que tú no tienes solo un punto al que llegar, tu vida no ha de entender de finales, ha de entender de que cuando llegues a una meta, podrás conseguir todas las demás que te propongas.
He descuidado estos lugares como lo hizo el niño con el último muñeco. He olvidado que existía este espacio, este yo fuera de mí y sin embargo, vuelvo a él, porque todos volvemos a nuestro origen. Y yo regreso a mis palabras, a la letra negriza en el papel arrugado. Vuelco aquí  todos los vocablos para hablaros, para contaros que todos volvemos a nuestro origen  aunque sea la primera vez que lo veamos.

                       Arturo G.Z.

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